Nuestras fuerzas armadas no se diferencian en mucho de la población civil. Allí y acá hay de todo. Honestos y bandidos, patriotas y “realistas”, buenos y malos. No se debe generalizar. La Operación Libertad ha trazado una ruta de tres pasos. Debemos concentrarnos, por ahora, el primero que es el final de la llamada usurpación