
El Laboratorio de las Desigualdades Mundiales señala que los efectos financieros de la crisis de la COVID-19 provocaron un aumento de las desigualdades, pues solo el 10% de la población concentra el 76% de la riqueza.
La motivación por recuperar la institucionalidad perdida de manera particular en las provincias y rescatar y reimpulsar la noción de gestión pública desaparecida tiene ecos en los propósitos de la ciudadanía regional. | Foto William Urdaneta
Estos conos han sido efímeros como un castillo de arena, perecederos como una fruta pintona, fugaces como el “amor” del lupanar, desechables como el papel higiénico, pero sobre todo inútiles, al igual que extremadamente pavosos y costosos.
A Pedro le importa un carajo que Julio -su hermano mayor- viva en la indigencia. A Julio lo vimos flaco y demacrado como cualquier venezolano después de veinte años de socialismo, mientras que Pedro se ve más obeso que corpulento.