
En cada visita, Jonathan intenta mantener la calma y no preocupar a su familia, pero detrás de eso se esconden condiciones de reclusión indignas y una condición médica que no ha sido atendida.
Los hallazgos de este tipo se resguardan en Taima Taima, municipio Colina, cuyo museo está casi perdido desde hace unos ocho años aproximadamente, pese a considerarse como uno de los mejores lugares datados de América.
Pedro Marín nunca se ha alejado del mar. Desde que era un adolescente se acostumbró a pescar para darle el sustento a su familia. Un día de 2015 salió a una de esas faenas y se encontró con no pocos obstáculos que lo enfrentaron a sus miedos más arraigados.