
No hay una mansa muchedumbre. Ese espejismo de la formula revolucionaria, si llegó a existir en el imaginario local y nacional en años precedentes del proceso político venezolano, ahora está destruido.
En esta larga cuarentena hay que ayudar y ayudarse. En un país con ciudadanos indefensos hay que ayudarnos nosotros mismos y ayudar a los que podamos.