
En lugar de aceptar todas las prácticas culturales como iguales, deberíamos trabajar para cambiar las prácticas culturales perjudiciales y promover los valores universales como la igualdad y la libertad.
La modificación del Código Canónico define la pederastia como “un delito contra la dignidad humana”, que puede derivar en la expulsión del estado clerical, algo que las víctimas habían solicitado durante décadas. | Foto Vatican News