
La verdad es que si nos dejamos guiar por estos “gurús-líderes espirituales”, tendremos que modificar el sentido de la educación, de la didáctica, de la pedagogía y hasta de la vida.
Uno de los factores que hizo tan polémica la novela fue el argumento de que Lolita era una apología de la pedofilia, un libro que promovía y romantizaba el amor entre adultos y menores.