Sus escritos sobre la teoría del color lo convirtieron en una referencia del arte contemporáneo. Paul Klee estudió el color con dedicación y manipuló la paleta de manera magistral. Él mismo revelaría: “El color me posee, no tengo necesidad de perseguirlo, sé que me posee para siempre… el color y yo somos una sola cosa. Yo soy pintor”.