Biden parece que tendrá el campo despejado para hacerse con la nominación demócrata para los comicios, ya que solo cuenta con la competencia de figuras marginales dentro del partido.
Los plazos impiden destituir a Trump antes del 20 de enero que tomará posesión Joe Biden, pero sí permitirían inhabilitarle para ejercer cargos públicos y presentarse a la reelección en 2024.
Les ha salido bastante mal la jugada del enjuiciamiento y otras menudencias, por lo que probablemente el resultado será perder la silla presidencial nuevamente, hasta que logren tener un candidato carismático o adaptable.