
Expertos temen que la decisión sea utilizada por las autoridades migratorias para acelerar operativos de captura y limitar el acceso a beneficios migratorios como el asilo.
La jueza ordenó al gobierno reactivar las solicitudes migratorias hechas por los beneficiarios de esos programas una vez que llegaron a Estados Unidos bajo el parole humanitario ofrecido por la administración anterior.
El programa de parole fue lanzado en 2023 para brindar una salida humanitaria a ciudadanos de países en crisis, como Venezuela. Bajo este esquema, los beneficiarios requerían un patrocinador financiero en EE UU, pasar verificaciones de seguridad y salud, y entrar por aeropuertos de manera legal.
La nueva decisión, por lo tanto, amenaza con dejar en un limbo legal a las personas que están en el país tras haber entrado con el parole y se encuentran esperando que sus procesos migratorios sean resueltos.
La orden estipula que el titular del DHS tomará todas las medidas apropiadas para detener hasta su expulsión a todos los extranjeros que infrinjan las leyes de inmigración poniendo fin a la práctica comúnmente conocida como ‘Catch & Release’.
A principios de este año, Estados Unidos implementó una nueva medida que acogerá a 30 mil migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua al mes, aunque expulsará de inmediato el resto a México.