La población no siente seguridad a pesar de la presencia militar a ambos lados de la frontera. Las personas prefirieron quedarse en sus casas y los comerciantes bajar las santamarías, mientras transcurre el paro armado guerrillero.
En el puente internacional Simón Bolívar, que comunica Táchira con el Norte de Santander, no se han registrado contratiempos, aun así, la zozobra y la angustia mantienen alerta a los transeúntes.
El ministro de Defensa colombiano calificó el anuncio como un panfleto para “generar temor”, mientras que la guerrilla dijo que el paro arrancará a las 6:00 hora local del 23 de febrero y terminará el día 26 a la misma hora.