Sin el aporte de trigo de Rusia y Ucrania, el mercado mundial perderá alrededor del 29% de su oferta. Venezuela es especialmente vulnerable, ya que la producción nacional de trigo es casi inexistente.
Si no hay honestidad en la Venezuela que queremos reconstruir, vendrá otro Chávez, otro Maduro, o alguien mucho peor que ellos.