Quién podría imaginar que los más crueles dictadores contarían con la complicidad e incondicionalidad de pensadores, escritores, creadores, académicos, políticos, artistas y demás fauna socialcomunista.
El poeta chileno visitó tierras bolivarenses el 14 de marzo de 1959 para recitar sus poemas y tener un mágico encuentro con el que catalogó como un “río de razas, patria de raíces”. Correo de Ayer rememora un escrito de Rafael Pineda sobre la visita de uno de los líricos más grandes del siglo XX.
Como venezolana de estos tiempos me permito cuestionar el papel del premio Nobel Pablo Neruda, quien sirvió lacayunamente al comunismo soviético. Lo que copia otro Pablo, de apellido Iglesia.