
3.600.000 venezolanos han emigrado. La mayoría sin siquiera contar con un trabajo o residencia legal en tierras distantes. Extranjeros ahora, casi todos con cédulas o pasaportes vencidos, no cortan con el lar, pues volver es el imperativo, es el acicate ante el dolor por la nación.
Se engullen 30 años de quehacer republicano, en un tiempo similar al que toma a los padres de esta -la generación de 1928- su forja, a partir del 23 de enero de 1958.