A lo largo de la historia, a pesar de cuanto quiera decirse en términos negativos, Estados Unidos y Venezuela han mantenido unidad esencial frente a los peligros que en varias ocasiones han amenazado al Continente y al mundo entero.
Luchamos, entre otras cosas, por lograr un ordenamiento jurídico sabio y estable que garantice la vigencia plena de la dignidad de la persona humana y la justicia social como instrumento para alcanzar el bien común.