“Respetamos la decisión de las imprentas; así mismo, entendemos que sentir miedo es natural y, debido a ello, a pesar de las muchas conversaciones que hemos sostenido al respecto y procurando el mayor bienestar de los involucrados, nos es imposible imprimir por los momentos”, manifestó Jorge Makriniotis. | Foto cortesía
El allanamiento y posterior traslado de David Natera Febres a la sede de la Policía política configura un nuevo ataque en contra de la prensa libre por parte de los cuerpos de seguridad de Maduro y un claro desconocimiento al debido proceso.