
Entonces la mitología se agiganta: la confrontación entre “desvalidos” y el Estado “opresor” es el dilema que solo permitirá la permanente sucesión de procesos que no resolverán la gestión pública, razón de la insatisfacción popular.
A diferencia de otros países donde los reclamos de organismos internacionales van dirigidos al respeto de culturas ancestrales, en Venezuela es la situación de crisis humanitaria y ambiental lo que afecta especialmente a los pueblos indígenas.