
Ataviados con uniformes de la policía local, insignias, cascos, chalecos, actuaron, sobreseguros, conocedores del terreno, a sus anchas, “guapos y apoyados” para no darle más vueltas al asunto.
El solo hecho del aislamiento prolongado y de la incomunicación coactiva, representa, por si fuese poco, un tratamiento cruel e inhumano que lesiona la integridad psíquica y moral de la persona y el derecho de todo detenido a un trato respetuoso de su dignidad.
“Nuestro embajador Jaime Gazmuri ya está haciendo las gestiones para poder tener una conversación con el viceministro para las Américas de la Cancillería venezolana y tenemos contacto en todos los niveles, o sea contactos a nivel de gobierno, policial y a través de las fiscalías correspondientes”, señaló Camila Vallejo.
El senador chileno Francisco Chahuán, del partido Renovación Nacional, pidió a las autoridades que investiguen la presunta implicación de organismos de seguridad venezolanos en el secuestro de Ojeda Moreno.