El madamás nicaragüense no quiere diálogo. O quizás la “prohibición” sea una de las formas del diálogo tal como la entienden los bolivarianos, fidelistas y progresistas.
La sesión a realizarse en Washington tomará en cuenta el informe elaborado por Michelle Bachelet.
La Alta Comisionada, siguiéndose por las reglas de la normalidad, espera que el represor criminal “adopte las medidas necesarias”, enmendándose y corrigiendo sus desviaciones, más propias de enfermos mentales extraños a toda idea de misericordia.
El presidente de Bolivia ha argumentado que “Venezuela ya no es parte de la OEA”, por lo que “no debería ser eje de sus debates”.
Es cierto que han habido maniobras por parte del Gobierno boliviano y que ya en cierta medida hay fraude por cuanto se utiliza el poder del Estado. No deja de ser importante, empero, saber que Evo no va a contar los votos a su gusto y gana.
Sólo falta que encarcelen a Guaidó y que la diáspora se multiplique, crezca todavía más y exponencialmente, comprometiendo la gobernabilidad de Colombia, que es su primer destino, la estabilidad económica regional, y la propia paz y seguridad en las Américas.
Foro Penal detalló este lunes que entre los apresados hay 97 militares y tres adolescentes.
“La necesaria ayuda humanitaria enviada a la República Bolivariana de Venezuela no viola el principio de no intervención en los asuntos internos de los estados”, explica una resolución del organismo.
La sesión en la sede del bloque regional, en Washington, se realiza a petición de Estados Unidos, Costa Rica y Colombia.
Un exfuncionario del organismo relató a la OEA el estado en el que se encuentran los detenidos, entre ellos el capitán Juan Caguaripano, quien en agosto de 2017 se sublevó contra la dictadura.