El contexto socioeconómico de la crisis humanitaria compleja venezolana también aumentó la desmotivación de la comunidad universitaria en continuar los estudios o la labor docente
Yelena Salazar sostuvo que 59% de los profesores, cuando tienen emergencias médicas, tienen que vender o intercambiar bienes para cubrir los gastos, porque ya no funciona el seguro médico.
El sistema no garantiza la calidad académica ni la pertinencia social de las carreras, y podría generar una deserción estudiantil masiva.
La ONG especifica que 38% han sufrido agresiones, 28% amenazas, 19% hurtos y 16% robos en el último semestre de este año 2022. Agregan que las precariedades del sistema hospitalario aumentan los factores de riesgo.
El OBU en su Enobu Salud 2022 afirmó que no hay suficiente agua o electricidad en los establecimientos de salud, y la situación se agrava cuando no hay soporte con plantas eléctricas ante las fallas constantes de electricidad.
En su boletín anual sobre seguridad alimentaria, el OBU detalló destacó que profesores y estudiantes universitarios tienen una alimentación “como la de cualquier persona pobre en América Latina”.
De acuerdo con el Observatorio de Universidades, durante estos dos años se han registrado 96 denuncias de este tipo y al menos 240 hechos delictivos.