Luego de las elecciones, el funcionario estadounidense le advirtió a Maduro que “la represión no es un camino sostenible” y condenó que las autoridades incrementaran la persecución contra quienes piensan distinto.
A pesar de las irregularidades denunciadas, el Gobierno venezolano ha mantenido su control sobre el sistema electoral, lo que lleva a cuestionamientos sobre la legitimidad de los resultados.
A 37 días de las elecciones presidenciales venezolanas, el representante estadounidense considera que “la comunidad internacional examinará el proceso y tratará de determinar si cumple o no los estándares (…), no lo decidirá Estados Unidos individualmente”.
Nichols subrayó que “felizmente las elecciones no son mañana, sino el 28 de julio” y “los observadores internacionales van a ser elementos clave en el proceso”.
Brian Nichols pidió la liberación “inmediata” de Alviárez y Hernández, así como “de todos los detenidos injustamente”.