Uno de los cinco hijos de Edgar Carpio y Eladia Guarisma salió una mañana de noviembre de 2015 de su hogar, en San Félix, al sur de Venezuela, rodando sobre una bicicleta prestada. Iba a labrarse una nueva vida, pero nunca regresó. Hay testigos que vieron a funcionarios policiales llevándoselo. La familia no ha dejado de acudir a todas las instancias legales posibles y, sin embargo, nadie da cuenta de él.