La rápida de expansión de la variante ha llevado a las autoridades de Suecia, Japón y Dinamarca a expandir las restricciones para contener el repunte sin precedentes de los contagios de coronavirus. EE UU anuncia una importante iniciativa para el refuerzo de los test.
Precisamente por la situación del país los venezolanos necesitamos un respiro para poder seguir resistiendo y no normalizar la desesperanza, y por ello celebrar la navidad, en medio de las dificultades, se convierte en una necesidad para nuestra salud mental.
La guayanesidad despierta es como entendemos a la población que genera aprehensiones y construye caminos ante un complejo nudo de situaciones prefabricadas, que no pueden interpretarse en modo de normalidad.
El futuro, la luz de las transformaciones para una región autosuficiente y orgullosa de su modernidad y gentilicio que bien podemos tenerla, son los niños de hoy. Estos pagan desequilibrios y atropellos de un modelo político fracasado y corrompido.
Este 2021 la cesta navideña tiene un costo de 1.795,99 bolívares, mientras que para elaborar 50 hallacas se necesitan 367,18 bolívares, esto según cálculos del Cendas FVM.
El museo, la casa donde vivió entre 1837 y 1839, invita a los visitantes a imaginarse la Navidad victoriana, época que el autor describió en sus obras más famosas, como Oliver Twist o Cuento de Navidad.
Natalicio del Niño Dios. Día de Año Viejo. Por lo que resta de este mes, no hablaremos de política. Es mejor, reivindicar el amor, el calor, la cercanía física y a falta de ésta, la omnipresencia afectiva, de quienes amamos.
Aunque estemos en cuarentena prolongada, los venezolanos cantamos así sea en la casa. Navidad es un tiempo en el cual la música nos sale espontáneamente, para alabar al Niño, para pedirle regalos, para expresar preocupaciones, para protestar. Escribo sobre estos temas, pero con estrofas para cantar en Navidad.
Nuestra columnista Luisa Pernalete recrea la historia del nacimiento del Niño Jesús, pero en San Félix, luego de un azaroso recorrido por el hospital de Guaiparo, en donde no pudieron atender a María.
“Necesitamos un respiro para tomar fuerzas y seguir construyendo tu reino, ese que tú anunciaste, de paz, de justicia, de fraternidad”. Esas fuerzas y deseos las pide Luisa Pernalete en su carta al Niño Jesús.