Y si el hombre de la comida pútrida no se presenta por inasistencia muy justificada, digamos su próxima gira por los juzgados del sureste de Miami, seguro que le envían a “El Coqui” de primer suplente. Porque esas oportunidades no se presentan todos los días.
Lo comprobamos con el pretendido “enroque” ministerial de la semana pasada, en Venezuela. Las mismas caras, con diferentes botines.
34 proyectos de leyes mal escritas y de la peor uva, que una vez sancionadas, ellos mismos se apresurarán a violar y canibalizar. El cronista, en lugar de verborrea, tuvo la tentación de calificar de diarrea tal incontinencia parlamentaria y de coprófagos compulsivos, a sus promotores.