
Han transcurrido 20 días desde el cierre de la empresa y el despido de sus 176 trabajadores que, hasta el momento, no han recibido su liquidación. Antes del cierre, los empleados cumplían dos meses sin cobrar sus salarios.
La estatal venezolana, con sede en Costa Rica, adeuda dos meses y medio de salario a los extrabajadores y las expectativas de que pague la liquidación a tiempo son bajas. Mientras tanto, los despedidos recurren a trabajos mal remunerados y a la caridad para sobrevivir.