Los waraos se encuentran desconcertados y esperan atención de parte de las autoridades sanitarias, aunque parece que la obtuvieron luego de que el cacique Enrique Moraleda acudiera a la Dirección de Salud para informar sobre este hecho.
Mientras sueña con su retorno a los caños del delta del Orinoco, en Venezuela, este maestro e indígena warao trabaja acompañando a los niños de la misma etnia que están matriculados en las escuelas formales de Brasil. A través del aula de refuerzo escolar les muestra que la condición de los migrantes forzados indígenas no es estar pidiendo dinero en las calles, que pueden formarse y crecer con dignidad en el nuevo territorio.