Hace miles de años, los libros sagrados recogieron el mito de una mujer que fue creada de la tierra, como el hombre, a imagen y semejanza de Dios. Eso parece que a algunos no les gustó y no solo enterraron su leyenda, sino que crearon otra de una mujer creada a partir de la costilla del hombre.
Lo de “guerrillero heroico” es el caviar de esta suerte de títulos nobiliarios que cualquiera de esos vagos, extorsionistas y depredadores quisieran para sí. Pero ya saben, es un privilegio del que solo goza el argentino que fusiló cubanos, a quienes la elite comunista llamó gusanos.