La celda 590 fue la primera en ser desmantelada en el complejo II de la reductora de aluminio esta semana. Aunque la promesa es instalar celdas V-350, los trabajadores siguen desconfiando de la supuesta adecuación. | Foto Archivo
Las primeras promesas de puesta en servicio, tras la paralización en marzo, apuntaban a junio y julio, pero la falta de confiabilidad en el despacho energético aminora las expectativas de pronto arranque.
Días después de haber perdido las 59 celdas que quedaban en servicio, luego del apagón que dejó sin luz a la mayor parte de Venezuela en la primera semana de marzo, se estimaba que el arranque de la industria podía iniciar a mediados de junio. Esa fecha fue aplazada a la espera de confiabilidad del suministro eléctrico.
El presidente de facto, Nicolás Maduro, anunció en un acto a principios de marzo en Guayana que la producción del primer eslabón del aluminio arrancaría el 15 de marzo, pero la meta no se concretó. Trabajadores esperan lograr el objetivo esta semana.
Apenas 56 celdas de reducción de aluminio están en servicio en la industria estatal. Este jueves estaba previsto que se activaran dos celdas, para un total de 58 operativas de un parque de 905 en total.