
140 mil hectáreas de bosque se perdieron en la Amazonía venezolana por las actividades extractivas en el Arco Minero del Orinoco, según la organización SOS Orinoco.
El río, conocido por su nombre indígena Kúnu, forma parte del Parque Nacional Duida-Marahuaka y pertenece a un área protegida Reserva de Biósfera Alto Orinoco. Este cauce, que fluye por el escudo guayanés, se caracteriza por tener aguas transparentes y cristalinas.
El informe de SOS Orinoco resalta que la actividad minera a cielo abierto alcanzó las 65.985 ha en Amazonas y Bolívar en abril, lo que ocasiona la fragmentación y pérdida de hábitats en su totalidad. Mientras que los pueblos indígenas padecen altos índices de malnutrición y de muertes por desnutrición, y una situación de inseguridad alimentaria asociada a la minería.
El décimo boletín de la ONG responsabiliza al Instituto Nacional de Parques y las autoridades gubernamentales por no crear un sistema de protección adecuado para estos espacios naturales, que además deben ser protegidos como patrimonio natural según los estándares de la Unesco.
Zoila Martínez explica que ahora hay sedentarismo y el monocultivo ha agotado los nutrientes, haciendo más vulnerables nuestros suelos.
El actual presidente de la CVG fue designado con la tarea de buscar tecnologías que protejan el ecosistema de los municipios del sur de Bolívar, duramente golpeados por la creación del Arco Minero del Orinoco a manos de Nicolás Maduro.
El Proyecto EPA advierte que la contaminación por mercurio, usado en la minería, es un problema ambiental de grandes dimensiones.
La creciente actividad minera irregular en el sur del país acarrea una serie de secuelas nocivas para el ambiente y las comunidades cercanas, debido al aumento de sustancias químicas que se descargan a los ríos, especialmente el mercurio.
La tragedia de esta semana en la llamada Bulla Loca, una mina de oro que se desplomó en el estado Bolívar, no es algo aislado de lo que ha significado para ese estado la economía extractivista.
Habitantes de La Paragua, en Bolívar, aseguran que la cifra oficial de fallecidos por el derrumbe en la mina Bulla Loca no es real y aún quedan personas sin rescatar.