
Ese pueblo envenenado por la mentira también está en nuestro continente. Primero en Cuba desde hace más de 65 años. Esto es casi siete décadas de una zurda revolución, levantada sobre la coba y el embuste de una tiranía que impone bulos a sus pobladores hambrientos.
Expertos comunicacionales analizan las secuelas de la desinformación electoral en Venezuela, y advierten que los medios que ofrecen noticias verificadas deben atraer a los algoritmos para vencer las falsedades noticiosas que reinan en la actualidad.
Machado afirmó que lo que pasó en La Guaira también se repite en otros estados del país y dijo que eso sucede porque al gobierno “le queda la violencia, el terror y la mentira”.
Al desaparecer las solideces culturales e institucionales, que no se reducen a las políticas, al conjunto social se le desintegra y dispersa, se le hace migrante sin arraigo ni raíces hacia sus adentros y hacia afuera, y el lazo de afecto que le sostiene, anclado en el espacio y prorrogado en el tiempo, desaparece.
La periodista desestimó las acusaciones y señaló a Saab de estar en una acera distinta y de ser parte de quienes apuestan “a la tortura, a la muerte, a la mentira; que se creen impunes porque están en el poder”.
Las sociedades en anomia y en las que se pierden las certezas para sobrevivir y en sus decadencias, ven de inevitable como necesaria, así, la solución autoritaria. Nos lo muestra el siglo XXI, en el que entregamos nuestros destinos acríticamente, a quien dice nos proveerá de una vida cómoda y serena, engañándonos.
Son palmarias la crisis de la modernidad, el agotamiento del socialismo real y el final de la sociedad de masas para dar lugar a hombres-masa.
López Obrador usa la mentira para colocarse por encima de toda la sociedad a fin de blindar sus decisiones frente al escrutinio público y eludir la rendición de cuentas.
Agregó que no se pudo defender antes porque el proceso estaba abierto y a él se le exigía “estar en silencio” hasta poder hablar ante el juez. Agradeció a “todos esos fans incondicionales”.
La gran mentira alrededor del socialismo del siglo XXI es sobre el cálculo de su fuerza real, lo que no implica que no tenga recursos a la mano, y que los quiera y pueda usar.