
Urbina destacó que no existen estudios suficientes que hablen sobre la gestión menstrual en el país y menos desde la perspectiva de las presas.
Esta realidad de muchas mujeres y personas menstruantes, sobre todo en pueblos y comunidades populares, afecta directamente el libre desenvolvimiento de sus actividades durante el período.
Para la ONG es importante fomentar los beneficios de una buena gestión menstrual que disminuya las dificultades y desigualdades para lidiar con los días de sangrado y que promueva las buenas prácticas.
La organización lamentó que la salud menstrual no haya formado parte de la agenda de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo ni de la Declaración del Milenio.
Actualmente el encarecimiento de toallas sanitarias o tampones, además de los múltiples factores que afectan a la salud menstrual, como la escasez de agua para la higiene diaria, perjudican a las venezolanas de las zonas más desfavorecidas.