
Convencido de que el deber de un prosista es suscitar el debate y combatir el detrimento social, Carlos Yusti, pintor y escritor inclinado al ensayo, sostiene que no hay divorcio posible entre lo plasmado en una idea y la realidad de un creador. Con esa concepción entre ceja y ceja ha desarrollado una carrera que muchos aplauden por inspiradora.