
El potencial contaminante de Pdvsa en sus operaciones de producción rondaba 216 millones de toneladas de CO2 por año a fines de 2023, sin incluir las operaciones aguas abajo. Desde 2004 Venezuela ha experimentado múltiples accidentes industriales en instalaciones operadas por la estatal que multiplican sus daños ambientales y sobre la salud de la población. Un patrón atribuible a la falta de inversión y de supervisión técnica.
La mala gerencia, la desconexión con la tecnología y la ineptitud han convertido a Pdvsa en un asesino silencioso. Cada día quema, ventea y contamina la atmosfera 1.800 millones de pies cúbicos diarios de gas natural solo en el norte del estado Monagas. Mientras que el Ministerio de Energía y Petróleo registra que en el Zulia, Falcón y la Faja del Orinoco se queman alrededor de 1.200 millones de pies cúbicos de gas al día.