El maltrato tuvo lugar en Colombia, en el barrio Porto Alegre del municipio de Soacha (Cundinamarca), a principios de marzo. De acuerdo con El Tiempo, el lugar funcionaba como un jardín infantil clandestino e ilegal.
Alicia Hernández asegura que a su hijo no solo lo torturaron, sino también lo masacraron en uno de los calabozos del referido cuerpo policial.