
Fantinel señala que la producción agrícola enfrenta retos como el acceso a financiamiento, el tema combustible, el desequilibrio de los precios entre el consumidor y productor y el diferencial cambiario.
Sus integrantes afirman que el de este período es colaborar con los sectores productivos del estado Bolívar y evaluar el potencial de inversión regional.
La organización ha revelado que en 2024, la superficie destinada a la siembra de vegetales en el país sufrió una alarmante reducción del 43%. Según sus estimaciones, las hectáreas sembradas pasaron de 2 millones en años anteriores a tan solo 1 millón 140 mil en todos los rubros agropecuarios.
La empresaria señala en sus redes sociales que no se acuerda de la cantidad de veces que le dijeron que el agro no era para mujeres, incluso llegó a pensar que tal vez no daría la talla.
Celso Fantinel, presidente de la organización, señaló que más de 2 mil productores han abandonado el cultivo de maíz en los últimos cuatro años. La tendencia se repite en sectores como el arroz y el café.
Desde el sector indican que lo que se requiere es de políticas agrícolas serias, que busquen un equilibrio entre productores y las industrias, pues apuntan que un aumento en los precios perjudicaría a todos.
A juicio de Celso Fantinel, el acuerdo es “beneficioso” para el país debido a que “genera empleo, riqueza y permite alcanzar la soberanía” alimentaria.
Saúl Elías López, presidente de la organización, afirmó que “este año tenemos una recuperación en el cultivo del maíz que superó las expectativas”.
Agricultores de la comunidad de El Consejo fluvial han reportado que el agua del río Orinoco ha alcanzado sus terrenos, por lo que han perdido sus siembras de yuca y maíz.
Manuel Anzola, de Asoproyara, detalló que unas 800 hectáreas de maíz en Yaracuy se están viendo afectadas por la presencia de este agente biológico.