El canciller Olaf Scholz calificó el ataque como un “acto demencial”, pidió unidad ante lo ocurrido y unida y no permitir que el odio empiece a imperar en la vida cotidiana del país.
La Policía todavía no se ha pronunciado sobre los hechos y tampoco hay claridad sobre el trasfondo del mismo ni indicios de que se trate de un acto terrorista.