
Los opositores aseguran que comen alimentos enlatados y utilizan como fuente de energía un ventilador con un panel solar, que tiene puertos de carga para los teléfonos móviles.
“Nuestro canciller tiene comunicación fluida con el canciller (de Brasil). Nosotros estamos destinados a entendernos por América Latina, por el Caribe, por la paz y por el desarrollo de nuestros países”.
Cuando le avisaron que varios senadores de Estados Unidos habían solicitado que la recompensa por su captura se elevase de US$ 25 millones a US$ 100 millones, el sedicente libertador de Puerto Rico agarró otra voladora, pero de miedo.
En un comunicado, ambos líderes destacaron que “ninguna intimidación o medidas represivas deben ser implementadas contra los miembros de la oposición” y pidieron que se respete el derecho de los ciudadanos venezolanos a manifestarse pacíficamente.
El presidente podrá retomar sus actividades, aunque los próximos 15 días serán de “más cuidado”, dijo en una rueda de prensa el cardiólogo Roberto Kalil.
Pedro Urruchurtu, Magalli Meda y Omar González, tres de los seis asilados en la Embajada de Argentina en Venezuela, hicieron un llamado de urgencia a los gobiernos de Argentina y Brasil ante la escalada de acoso como el corte de servicios básicos, y hostigamiento por parte de organismos de seguridad, incluyendo francotiradores.
El líder progresista acudió la noche del lunes a un centro médico en Brasilia por un dolor de cabeza y, tras realizarle una resonancia magnética, le fue detectada una hemorragia intracraneal.
Hay otro parecido muy interesante entre los citados presidentes sudamericanos que visitaron Uruguay. En estas horas el gobierno de Petro se ve inmerso en un escándalo: se destapó que su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sobornó a congresistas.
l mandatario Luiz Inácio Lula Da Silva ya había salido de Planalto en el momento de las explosiones, dijo un portavoz de la presidencia.
Para Celso Amorim, la reacción venezolana ha sido “como mínimo desproporcionada”. Desde el Congreso de su país, dijo que Brasil seguirá actuando con discreción.