Desde su detención en diciembre de 2019, los 13 pemones no recibieron atención médica y fueron trasladados a una cárcel a más de 900 kilómetros de su lugar de origen.
La organización propone que los indígenas sean trasladados de forma urgente para que cumplan la restricción preventiva de la libertad en su comunidad (Kumarakapay) mientras dure la cuarentena.
Maduro ordenó el sábado elevar los niveles de “aseguramiento, vigilancia y capacidad de combate” a todas las unidades militares del país.
La relación entre los gobiernos de Brasil y Venezuela es aún más tensa desde el inicio de la presidencia de Jair Bolsonaro, que no ha dudado en tachar de dictador a Nicolás Maduro.