El dispositivo de seguridad empezó a funcionar este jueves y se extenderá hasta el 8 de septiembre, cuando terminan los Juegos Paralímpicos.
El sacerdote José Gregorio Salazar expresa preocupación por las condiciones en que se daría esta flexibilización en las iglesias debido a las dudosas estadísticas oficiales de COVID-19 y la precaria prevención.