
El nombre del jefe del Ejército había estado sobre la mesa desde el inicio, considerado un postulante neutro y aceptado por Estados Unidos.
La violencia ha obligado a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares, más de la mitad de las cuales han cruzado la frontera hacia Siria, de acuerdo con datos del Gobierno libanés.
El gabinete de seguridad estuvo reunido durante varias horas discutiendo los términos del acuerdo. Netanyahu anunció que votó a favor del compromiso de alto el fuego que propuso EE UU.
Ahmed Abulgueit consideró que la creación de un Estado palestino “es cuestión de tiempo”, pero advirtió que “su implementación debe acelerarse”.
Las acciones aéreas se concentran sobre todo en el sur y el este del país, y en los suburbios beirutíes del Dahye, todos ellos bastiones del grupo chií libanés Hezbolá.
La formación libanesa informó en sendos comunicados que ha lanzado un ataque de artillería y otro con una andanada de cohetes contra grupos de soldados israelíes en la localidad de Metula.
Los enfrentamientos entraron en una nueva etapa de intensidad desde la semana pasada, cuando explotaran simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de Beirut.
Con un presupuesto anual de unos 3 millardos de dólares y una plantilla de unos 7 mil empleados, especialistas en asuntos de seguridad e inteligencia consideran al Mossad como la segunda agencia de espionaje más grande de Occidente después de la CIA.
Hezbolá comenzó a usar los buscapersonas, en particular, después de que el líder del grupo ordenó a los miembros que dejaran de usar teléfonos celulares.
Hospitales recibieron grandes cantidades de víctimas, todas ellas a raíz de la detonación de una serie de aparatos y entre ellas más de 200 personas que se encuentran en estado crítico.