Los críticos son vistos usualmente como las ovejas negras de la familia literaria. Sin embargo, también hay quienes han rescatado el lado positivo de estos polémicos personajes.
Un lector que busca información sobre una película sólo quiere asegurarse de pasarla bien, sea lo que fuere que eso signifique. El crítico, por otro lado, tiene sus propias ideas de cómo y a dónde dirigir sus opiniones.
Cuando a los científicos se les acaban las ideas, la literatura está allí para abrir más caminos hacia la razón: la ciencia y la literatura no son más que vías paralelas en búsqueda de la comprensión, destaca nuestro columnista Diego Rojas Ajmad. Quizás eso fue lo que intentó Isaac Asimov con su obra, apunta.
Debe también el lector evaluar la virulencia de los ataques que recibió Almagro. Y no es fácil, no se le puede dar un cheque en blanco a él, pero tampoco a aquellos quienes lo atacaron.
Hay quienes piensan que un lector es un sujeto peligroso pues en él germina un ser crítico, angustiado, reflexivo, que ha conocido los mundos imaginarios de los libros y sabe, por ende, que este en el que vive puede ser distinto y mejor.