Las autoridades guyanesas consideran que la Corte Internacional de Justicia “confirmará en última instancia la validez, la firmeza y la naturaleza jurídicamente vinculante tanto del laudo como de la frontera”.
El laudo arbitral de París de 1899 marcó el hito que vino a cerrar un largo ciclo de proezas y de mitos que motivaran a poetas, historiadores, cronistas, juglares y plumarios de todo género en el crepúsculo de la edad isabelina.