
Este martes, parientes de los balseros falconianos denunciaron que la lancha Piská Fresku Curacao había salido el pasado 2 de marzo desde San José de la Costa en el municipio Píritu.
“Los sobrevivientes indicaron que aún hay más personas desaparecidas”, acotó la Guardia Costera del Caribe Neerlandés.
El ente de seguridad panameño señaló que la embarcación naufragó debido a fuertes oleajes causados por el mal tiempo.
El gobierno de Trinidad y Tobago deportó a 16 niños venezolanos y a sus madres en dos lanchas, el domingo 22 de noviembre, después de detenerlos cuando entraban a la isla sin visas. Regresaron a Trinidad al día siguiente y permanecen aislados en cuarentena por el coronavirus. La defensa alega que buscan protección por razones humanitarias y pide que sean reunificados con los padres que están en Trinidad. Sin embargo, el gobierno del primer ministro trinitario Keith Rowley los considera migrantes ilegales y exige que regresen a Venezuela. Al menos seis de los niños tienen medidas de protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Se espera la decisión de la justicia trinitaria.
Después que dos tribunales declinaran y la audiencia de presentación de los siete detenidos fuera diferida cuatro veces, el TSJ decidió que la causa la llevará un tribunal en materia de violencia de género en Bolívar.