Falta poco para las elecciones presidenciales argentinas del 22 de octubre y no va a ser fácil revertir la tendencia, sin embargo, últimamente el electorado ha mostrado capacidad para advertir los engaños.
El presidente Alberto Fernández no debe ser ajeno dado su historial en el manejo y uso de mecanismos “cosméticos” para controlar la prensa y la información.
Todo muy progresista, todo muy de socialismo del siglo XXI, pero hay que arreglar y pagarle al fondo y a los bonistas. Un tire y afloje que no le será fácil a los Fernández, declaren lo que declaren.
El probable advenimiento del kircherismo con la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner asustó a los mercados, pero puso muy contentos a los peronistas, no obstante cual todos salieron a comprar dólares.