Las sentencias, impuestas el 30 de noviembre, se producen después de que en julio las autoridades militares de Birmania ejecutaran a 4 activistas. Fue la primera aplicación de la pena capital en el país desde 1988.
El diario independiente Myanmar Now señaló que las ejecuciones tuvieron lugar el sábado y los cuerpos fueron cremados. La información no ha sido confirmada por la junta.