
Su religiosidad impregnó su vida y su trabajo, y se manifestó en su amor al prójimo y en su dedicación a los más necesitados.
Este año la Iglesia aplica la campaña Compartir enfocada en la salud mental, asegurando que los actuales momentos se deben tomar como una oportunidad para un encuentro con el Señor y prepararse para celebrar su resurrección.
El médico de los pobres fue uno de los precursores del uso de microscopios con fines científicos y académicos. También fue uno de los 35 fundadores de la Academia Nacional de Medicina en 1904, ocupando el Sillón XXVIII.
El padre Arturo Peraza, s.j., celebró la canonización del galeno trujillano y resaltó cómo consiguió la santidad desde su vida laica, sirviendo a la ciencia y los más necesitados.
“Los venezolanos somos como el doctor José Gregorio Hernández, gente de bien, gente de paz, gente de amor, gente de trabajo, gente de progreso, gente de estudio, gente ordenada”.
Los paisanos del llamado “médico de los pobres” participaron en una misa de acción de gracias a Dios presidida por monseñor Trino Fernández, obispo de Trujillo.
Las reliquias llegaron el pasado fin de semana a Ciudad Guayana y serán trasladadas por vía terrestre hasta la capital del municipio para ser expuestas en la iglesia.
La canonización está a la aprobación del segundo milagro del beato venezolano, cuya documentación fue entregada al Dicasterio de la Causa de los Santos del Vaticano y espera por la revisión médica.