La medida, ordenada por el presidente brasileño Jair Bolsonaro, se concretó este miércoles alrededor de las ocho de la mañana. Según la disposición oficial, se permitirá el paso del tránsito de carga.
La relación entre los gobiernos de Brasil y Venezuela es aún más tensa desde el inicio de la presidencia de Jair Bolsonaro, que no ha dudado en tachar de dictador a Nicolás Maduro.
La administración de Maduro denunció una toma “por la fuerza” en la mañana del miércoles y pidió medidas al Ejecutivo de Bolsonaro.
Brasil cuenta con 14.643 inmigrantes y refugiados venezolanos, de los cuales más de 9 mil han llegado al país este año.
El presidente de Brasil aseguró que su gobierno “está solemnemente comprometido con la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible”. Un día antes, el presidente de Colombia, Iván Duque, planteaba armar una coalición mundial para la protección de los bosques.
La prensa y los periodistas se enfrentan a los Bolsonaros y los Trump, y es lo que corresponde. Es en defensa de sus derechos, en el de ejercer libremente su actividad profesional y el de poder informar sin trabas.
Hemos perdido un caudal enorme de profesionales muy bien preparados y el desgobierno pretende sustituirlos por curanderos cubanos de precaria formación médica.
El primer paso de Bolsonaro ha sido el que dan los dictadores: arremeter contra la libertad de expresión, contra la libertad de prensa, contra los medios de comunicación tradicionales, contra los que tienen redactores responsables , los que investigan y chequean sus noticias y en los que nadie anónimamente puede subir lo que quiera.
Para Bolsonaro, como ocurre con los brasileños, Brasil está por encima de todo, y para él, por encima de Brasil solo está Dios. Habrá que esperar y ver qué pasa.
Antonio Denarium, el mandatario regional electo, había dicho en campaña que aplicará medidas como la presentación obligatoria de pasaporte, antecedentes penales y tarjeta de vacunación. Su primer y más importante paso, ganar la elección, ya se ha consumado.