La mentalidad del comunista es que sus líderes son infalibles como el Papa. Otorgarle tanta confianza a un líder lo convierte en un monstruo. La mentalidad de un demócrata es que sus líderes son falibles y por eso la gente debe participar en las decisiones de gobierno.
Es un armatoste que sólo protege a la élite dominante, mientras las mayorías escarnecidas son objeto de los más terribles atropellos, que deben soportar estoicamente.
El socialcomunista Pedro Sánchez ha marcado un antes y un después en la todavía joven democracia española. Ha vulnerado su institucionalidad y ha conseguido poner de rodillas, entre otros, a medios como la Cadena SER o El País.
Imagínense que para este individuo América Latina es el puerto de avanzada de la izquierda en el mundo. Un gran logro que rehidrató sus ideas, para alimentar su portafolio de promesas electorales. Las que, afortunadamente, han sido rechazadas por la sociedad francesa.
Vale recordar lo ocurrido en Machurucuto y el apoyo del comunismo internacional para impedir que se consolidara la naciente democracia venezolana.
Van Berkel señaló que algunos actores de la llamada izquierda se sienten más en una línea progresista y dan a entender que esta fase y estos proyectos buscan diferenciarse de otros ensayos en América Latina, diferentes a Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Hay países con mayor tendencia a gobiernos de derecha de los radicales y nefastos. Otros países se inclinan a gobernantes de izquierda que devienen en plaga.
El debate, con un formato muy libre, permitió largos cruces dialécticos entre Lula y Bolsonaro, que derivaron en constantes enfrentamientos. No faltaron golpes bajos, mentiras, insultos y palabras soeces.
Voy a aferrarme al liberalismo, el que defiende la libertad en todos los campos. Que sabe que su verdad no es absoluta, ni la única y que solo es intolerante con la intolerancia.
El Pacto Histórico logró 17 escaños en el Senado y 25 en la Cámara de Representantes. Sin embargo tendrá que lidiar con un Congreso en el que la derecha es mayoría.