El Ministerio de Interior y Justicia informó que activó el “sistema nacional de gestión de riesgo” tras el paso de la onda tropical número 27.
Será la cuarta tormenta tropical formada en la cuenca atlántica en lo que va de temporada, que comenzó el pasado 1 de junio.
“Hay mucho trabajo por hacer y me comprometí con el pueblo a acelerar todo y a profundizar, hay mucha necesidad”, recalcó.
Juan Medina, habitante de la comunidad del Delta Medio, informó que si el río sigue subiendo con el ritmo que lleva actualmente, podrían perder sus plantaciones en un mes aproximadamente y quedarse sin alimentos.
La periodista Joanne González informó que en los sectores de Las Trincheras y La Fragua, “de unas 80 viviendas, los vecinos estiman que unas 60 tienen pérdida total”.
Los proyectos nunca se llevaron a cabo. Doce años después la población de Cumanacoa sufre nuevamente por la falta de políticas públicas para la previsión de desastres naturales.
La ONG Cáritas Cumaná abrió una colecta de donativos para brindar apoyo a las familias damnificadas que sufrieron graves daños por desbordamiento de ríos y quebradas durante el paso del huracán Beryl.
De acuerdo con Ceballos Ichaso, el desbordamiento del río Manzanares causó inundaciones en varias zonas residenciales en el poblado, por lo cual más de 6 mil casas están afectadas.
La semana pasada, el gobierno activó un plan nacional para reducir riesgos ante la temporada lluvias, que empezó en el país el 1 de mayo y terminará el 30 de noviembre.
Rio Grande do Sul acoge a más de 21 mil venezolanos reubicados desde el estado de Roraima, en la frontera norte del país con Venezuela y que recibe al mayor número de refugiados.