Aunque la distribución de las cajas del CLAP aumentó en un 18%, la cantidad de alimentos -de calidad ampliamente cuestionada por expertos- disminuyó en un 40% para abril del 2020.
Venezuela continúa atravesando una crisis humanitaria sin precedentes, y no se vislumbra un reconocimiento de la crisis por parte del Estado. Así lo indica el informe anual 2019 de Amnistía Internacional. Además, el informe subrayó la falta de una respuesta contundente a la crisis humanitaria de Venezuela por parte de la comunidad internacional.
Según la Evaluación de Seguridad Alimentaria del Programa Mundial de Alimentos, la región Guayana es una de las zonas con mayor inseguridad alimentaria en el país: Delta Amacuro (21%), Amazonas (15%) y Bolívar (11%), debido a la vulnerabilidad económica de los ciudadanos y las fallas en los servicios públicos como agua y electricidad.