
Kenia Martínez, una mujer indígena Baré, lidera a un grupo de ocho personas empeñadas en crear una réplica del bosque cerca de Puerto Ayacucho, una ciudad en expansión en el Amazonas venezolano. Hombres y mujeres indígenas Huottöja y Jivi la acompañan en su andar, y combinan árboles que crecen rápido y dan buena sombra, como la guama y el caucho, con comestibles, como el cacao y el copoazú.